{"id":32815,"date":"2024-06-17T06:22:47","date_gmt":"2024-06-17T04:22:47","guid":{"rendered":"https:\/\/www.techopedia.com\/es\/?p=32815"},"modified":"2024-06-17T09:46:05","modified_gmt":"2024-06-17T07:46:05","slug":"era-streamflation-alza-precios","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/www.techopedia.com\/es\/era-streamflation-alza-precios","title":{"rendered":"Bienvenidos a la era del Streamflation: El mito del corte del cable"},"content":{"rendered":"
Hace apenas una d\u00e9cada, los consumidores empezaron a cuestionarse la conveniencia de desembolsar m\u00e1s de 100 d\u00f3lares al mes por engorrosos paquetes de cable<\/strong> que ofrec\u00edan cientos de canales y, parad\u00f3jicamente, pocos que merecieran la pena ver.<\/p>\n Las plataformas de streaming promet\u00edan una atractiva alternativa, televisi\u00f3n a la carta, por una fracci\u00f3n del costo. Nos zampamos temporadas enteras de series como The Walking Dead, Breaking Bad y Mad Men. Fue el momento en que los \u00abcord-cutters\u00bb empezaron a dar la espalda a los paquetes de televisi\u00f3n por cable.<\/p>\n Sin embargo, al revisar nuestros extractos bancarios en 2023, nos damos cuenta de algo inquietante. La revoluci\u00f3n del cord-cutting, anunciada en su d\u00eda como una rebeli\u00f3n rentable contra la vieja guardia, se ha convertido inadvertidamente en una propuesta m\u00e1s cara.<\/p>\n La edad de oro del streaming asequible ha llegado a su fin<\/strong>, ya que los proveedores de plataformas se encuentran en una precaria danza con la tolerancia de los consumidores a las subidas de precios.<\/p>\n Cortar el cord\u00f3n umbilical sol\u00eda ser una forma de ahorrar dinero, pero esos d\u00edas han quedado atr\u00e1s. Los servicios de streaming m\u00e1s populares, como Netflix, Disney y Apple, han subido sus precios.<\/strong><\/p>\n El plan b\u00e1sico de Netflix cuesta ahora 11 d\u00f3lares, frente a los 9,99 d\u00f3lares anteriores, y su plan Premium cuesta actualmente 22,99 d\u00f3lares. Disney tambi\u00e9n ha duplicado su precio hasta los 13,99 d\u00f3lares al mes. Incluso Apple ha aumentado su precio un 40%. En resumen, el streaming es cada vez m\u00e1s caro.<\/p>\n El Wall Street Journal acu\u00f1\u00f3 el t\u00e9rmino \u00abstreamflation\u00bb para destacar el aumento de casi un 25% en un a\u00f1o del costo medio<\/strong> de un importante servicio de streaming sin publicidad. Sin embargo, los gigantes del streaming no se conforman con los ingresos directos por suscripci\u00f3n, sino que tambi\u00e9n est\u00e1n explorando la monetizaci\u00f3n a trav\u00e9s de la publicidad.<\/p>\n Amazon Prime Video, durante mucho tiempo uno de los pilares del paquete de suscripci\u00f3n Amazon Prime, ha anunciado planes para introducir publicidad limitada, introduciendo de hecho anuncios en una plataforma que antes se anunciaba por su experiencia sin publicidad.<\/p>\n Aquellos que opten por una experiencia de visualizaci\u00f3n ininterrumpida deber\u00e1n pagar a\u00fan m\u00e1s por encima de su membres\u00eda Prime de 139 d\u00f3lares al a\u00f1o.<\/p>\n La suscripci\u00f3n sin publicidad de Hulu se ha disparado un 27% hasta los 17,99 d\u00f3lares, lo que indica un cambio en toda la industria hacia la capitalizaci\u00f3n de ambos extremos del espectro de consumidores: aquellos que buscan la asequibilidad se ven cada vez m\u00e1s empujados hacia los planes con publicidad<\/strong>, mientras que los que prefieren una experiencia sin publicidad deben reconciliarse con la escalada de costes.<\/p>\n Los espectadores anhelan la sencillez de ver sus series y pel\u00edculas favoritas a su manera, sin el dolor de cabeza de tener que hacer malabarismos con m\u00faltiples suscripciones que drenan sus carteras.<\/p><\/blockquote>\n Una familia que tenga un paquete de televisi\u00f3n por cable para los canales deportivos, Netflix<\/a>, Amazon Prime, Apple+ y Disney para el streaming, y un paquete familiar de Spotify<\/a> para el streaming de m\u00fasica, podr\u00eda llegar r\u00e1pidamente a los 200 d\u00f3lares al mes.<\/strong><\/p>\n Esta bifurcaci\u00f3n en las estrategias de precios e inclusi\u00f3n de anuncios nos obliga a plantearnos una pregunta fundamental: \u00bfPueden estas plataformas subir los precios hasta un 30% sin que se produzca una p\u00e9rdida significativa de clientes?<\/p>\n El panorama del streaming ha llegado a una encrucijada crucial que nos obliga a reconsiderar la propuesta de valor de cortar el cord\u00f3n umbilical. Con el aumento de los precios (tambi\u00e9n conocido como \u00abstreamflation\u00bb) y la intrusi\u00f3n sigilosa de la publicidad, combinados con las presiones del costo de la vida y la disminuci\u00f3n de los ingresos prescindibles, muchos se ver\u00e1n tentados a volver a las turbias aguas de la pirater\u00eda.<\/strong><\/p>\n Datos recientes de la Oficina de Propiedad Intelectual de la Uni\u00f3n Europea (EUIPO) y una encuesta australiana revelan una preocupante inversi\u00f3n de la tendencia a la baja de la pirater\u00eda en l\u00ednea desde 2020, siendo el coste el principal motor.<\/strong><\/p>\n En Australia, esto ha dado lugar a una estad\u00edstica alarmante: el 39% de la poblaci\u00f3n recurri\u00f3 a la pirater\u00eda para obtener alg\u00fan tipo de medio en 2022, lo que supone un aumento del 5% en comparaci\u00f3n con hace tan solo dos a\u00f1os.<\/p>\nStreamflation: El costo oculto de cortar el cable<\/span><\/h2>\n
\u00bfVer o robar? El renacimiento de la pirater\u00eda en l\u00ednea<\/span><\/h2>\n