Una cosa que me saca de quicio es cuando la realidad empieza a parecer una pel\u00edcula de ciencia ficci\u00f3n de los a\u00f1os 80 o 90. Podemos argumentar que el presente siempre ha estado influido por las predicciones m\u00e1s descabelladas sobre el futuro, al menos desde los tiempos de Julio Verne.<\/p>\n
Podemos argumentar que el presente siempre ha estado influido por las predicciones m\u00e1s descabelladas sobre el futuro<\/strong>, al menos desde los tiempos de Julio Verne.<\/p>\n Sin embargo, es indiscutible que las recientes revoluciones tecnol\u00f3gicas –Internet<\/a> y la inteligencia artificial (IA)<\/a> por encima de todo- est\u00e1n haciendo que nuestro mundo se parezca cada vez m\u00e1s a lo que en los 80 llam\u00e1bamos “ciberpunk”<\/a>.<\/p>\n En lo que algunos podr\u00edan ver como un giro inesperado, pero que yo preferir\u00eda llamar una “predicci\u00f3n del pasado”, los servicios secretos del mundo han empezado a emplear activamente la inteligencia artificial para librar sus guerras de espionaje (ahora virtuales).<\/p>\n Y aqu\u00ed estamos, viviendo en un mundo que hace que la pel\u00edcula WarGames de John Badham parezca menos ficci\u00f3n y m\u00e1s un documental (aunque con pantallas en color).<\/p>\n