El Internet de las Cosas (IoT) es una red de dispositivos interconectados que pueden recopilar y compartir datos<\/a> a trav\u00e9s de Internet <\/strong>con una intervenci\u00f3n humana m\u00ednima. En este contexto, una \u00abcosa\u00bb es un objeto que tiene un identificador \u00fanico y la capacidad de comunicarse a trav\u00e9s de una red.<\/p>\n Los primeros nodos de la red IoT s\u00f3lo eran capaces de comunicarse en un sentido. Su funci\u00f3n era recoger datos de los sensores y enviarlos a una ubicaci\u00f3n central para su procesamiento y an\u00e1lisis. (Un sensor es un dispositivo<\/a> electr\u00f3nico que puede detectar o medir una propiedad f\u00edsica y convertirla en una se\u00f1al el\u00e9ctrica).<\/p>\n Hoy en d\u00eda, un n\u00famero cada vez mayor de dispositivos IoT son capaces de comunicarse bidireccionalmente<\/strong> y tienen actuadores que les permiten completar acciones en respuesta a reglas u \u00f3rdenes de datos. \u00c9ste es s\u00f3lo uno de los avances que han ampliado las capacidades de los dispositivos IoT y sus aplicaciones en el mundo real.<\/p>\nPuntos clave<\/span><\/h2>\n
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